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En la tercera generación, el todoterreno es unos tres centímetros más largo y ofrece en consecuencia más espacio interior.
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Según Volkswagen, el maletero es más voluminoso y ahora puede albergar hasta 652 litros, incluso con el asiento trasero en posición vertical.
El modelo también equipa un salpicadero completamente nuevo con instrumentos digitales y una gran pantalla táctil. Las barras deslizantes para la climatización y el volumen, muy criticadas en los modelos ID puramente eléctricos, se han desactivado y sustituido en parte por un mando giratorio en la consola central.
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Volkswagen también ha introducido mejoras significativas en el sistema de propulsión. El Tiguan sigue utilizando la denominada plataforma MQB y, en el fondo, es un coche de combustión.
El Volkswagen Tiguan, un híbrido enchufable
Por ese motivo, sigue estando disponible con motor diésel (TDI) y gasolina (TSI) con tecnología híbrida suave y potencias de 96 kW/130 CV a 195 kW/265 CV.
Sin embargo, con la vista puesta en la revolución eléctrica, el fabricante ha optimizado sobre todo los híbridos enchufables.
Estos dos motores de gasolina con asistencia eléctrica producen 150 kW/204 CV o 200 kW/272 CV y están alimentados por una batería que ahora es casi el doble de grande (19,7 kWh).
Según VW, esto es suficiente para unos 100 kilómetros de conducción puramente eléctrica en el mejor de los casos. Además, se supone que la carga es más rápida.
En el wallbox se pueden cargar 11 kW en lugar de 3,6 kW y, por primera vez, el Tiguan admite corriente continua de hasta 50 kW.
El fabricante alemán anunció que los precios partirán de 36.600 euros (aproximadamente 39.000 dólares).