La Guardia Costera de Japón fue avisada a primera hora de este martes de que Pionyang va a designar para el período tres zonas de riesgo marítimo (dos al oeste de la península de Corea y una al este de la isla filipina de Luzón), algo habitual en estos casos ante el riesgo de la caída de restos de cohetes durante el lanzamiento.
El anuncio se produce después de que el régimen norcoreano tratara de lanzar lo que afirmó que era su primer satélite de reconocimiento militar el pasado 31 de mayo, pero el cohete que lo trasportaba se estrelló en el mar debido a un fallo en ciertos motores.
Ya entonces el país aseguró que volvería a intentarlo pronto.
Este nuevo intento de poner en órbita el satélite se produce tras la cumbre trilateral celebrada la semana pasada entre Estados Unidos, Corea del Sur y Japón, donde los aliados abogaron por reforzar su cooperación en materia de seguridad con el desarrollo armamentístico norcoreano en mente, entre otros desafíos comunes.
Los tres países se mantienen actualmente alerta ante posibles test del régimen por su acercamiento y la celebración de unas grandes maniobras militares entre Seúl y Washington en la península que son criticadas y habitualmente replicadas con ese tipo de pruebas por Pionyang, que las considera un simulacro para invadir su territorio.
Corea del Norte ha lanzado seis cohetes espaciales con los que aseguró que buscaba poner satélites de observación en órbita, incluido el fallido del pasado mayo.
La comunidad internacional suele vigilar con atención este tipo de lanzamientos norcoreanos vinculados al sector satelital, que consideran test encubiertos de tecnología para misiles balísticos.
Ningún experto ha captado jamás señal alguna de los dispositivos norcoreanos que se desplegaron en la órbita terrestre.