Entre el 30 de junio de 2020 y finales de septiembre de 2022, 210 personas fueron detenidas bajo la nueva Ley y la mitad de ellas, formalmente acusadas, según datos facilitados anoche por la Policía local.
Asimismo, una "línea telefónica antiterrorista de denuncias" recibió más de 6.800 mensajes desde su puesta en marcha el pasado junio.
La Ley de Seguridad Nacional, que contempla sentencias como la cadena perpetua, fue promulgada por Pekín el 30 de junio de 2020 para perseguir la secesión, la subversión, el terrorismo y la confabulación con fuerzas extranjeras.
Su decreto se produjo tras un amplio movimiento de protestas antigubernamentales que estalló en la región semiautónoma en junio de 2019 y que se prolongó durante aproximadamente siete meses.
Pekín culpó a fuerzas foráneas por las protestas, que se hicieron cada vez más violentas.
El fin de semana pasado, el presidente chino, Xi Jinping, declaró durante la inauguración del XX Congreso del Partido Comunista de China que Hong Kong ha pasado "del caos a la gobernanza" y que su estabilidad "había sido restaurada" bajo el liderazgo del Gobierno chino.
Entre los arrestados figuran docenas de destacados políticos, legisladores y activistas prodemocráticos, entre los que se encuentran el magnate mediático Jimmy Lai, la abogada Chow Hang-tung o el nonagenario cardenal católico Joseph Zen, que fue detenido en mayo pero acusado posteriormente de un delito menor no relacionado con la Ley de Seguridad.
Los rotativos críticos Apple Daily y Stand News son algunas de las empresas que han sido imputadas.
Según el medio en línea Hong Kong In-media, a aproximadamente el 85 % de los acusados bajo la Ley se les ha denegado una fianza y varios de ellos han permanecido bajo arresto durante meses esperando juicio.
El más joven de los detenidos tenía 15 años.
En los últimos tres años Hong Kong ha sufrido su mayor emigración de residentes en décadas, lo que ha despertado preocupaciones sobre una posible fuga de cerebros en una de las ciudades más occidentalizadas y capitalistas de Asia.
Esta semana, el jefe del Ejecutivo, John Lee, señaló que la fuerza laboral del territorio se ha reducido en 140.000 personas en los últimos dos años.