El enjambre que ha provocado el viaje ha sido de tal calibre que Weibo, considerado el Twitter chino (la red estadounidense está censurada en el país) colapsó varias veces cuando en la noche del martes quedó claro que la trayectoria del avión de Nancy Pelosi parecía inexorablemente dirigida a Taipéi, lo que levantaría las iras de China.
La expectación era tal que no solo colapsó Weibo, sino también el portal especializado Flightradar24, en el que decenas de miles de personas seguían la ruta de la aeronave de las Fuerzas Aéreas de EE.UU. que llevaba a bordo a la octogenaria política a punto de provocar una de las mayores crisis bilaterales de los últimos años.
Un amor imposible
Mientras, en las redes del gigante asiático, comenzó a circular una delirante historia ficticia que sugería que Pelosi y Hu Xijin, un veterano e influyente periodista estatal conocido por su acérrimo nacionalismo y sus comentarios incendiarios, mantuvieron un idilio durante su juventud.
La fantasía de “amor imposible” elaborada por los internautas incluía montajes fotográficos de ambos en sus años mozos, varias imágenes con aspecto envejecido de una Pelosi con semblante cándido -algunos dijeron que tenía en aquel tiempo cierto parecido a la actriz Audrey Hepburn- junto a un por entonces apuesto Hu ataviado con el uniforme militar de su país.
Si unos comentaristas decían que hacían "una bella pareja", otros bromeaban con que el matrimonio habría sido "un mal negocio para Hu", veinte años menor que la política estadounidense.
A otros no les hizo tanta gracia, como al bloguero conocido como "Chairman Rabbit", quien criticó que China enfrentaba una situación grave y consideraba inapropiadas las chanzas de este tipo.
Pero al propio Hu Xijin sí pareció sacarle una sonrisa, ya que comentó la publicación con iconos de manos con el pulgar hacia arriba.
Los espaguetis de la traición
También hubo usuarios que bromearon con que la zona de riesgo no era el Estrecho de Taiwán sino “la Bolsa de Shanghái y la Bolsa de Shenzhen”, que el martes cayeron un 2,26 y un 2,37 por ciento, respectivamente.
Otros internautas, sin embargo, se tomaron tan a pecho la crisis diplomática que llegaron a acusar a una conocida cantante de apoyar el viaje de Pelosi porque publicó en sus redes sociales una foto comiendo espaguetis, lo que consideraron que implicaba respaldar a la política estadounidense por su apellido de origen italiano.
La estrella del pop Hebe Shien sufrió involuntariamente las iras de algunas personas que etiquetaron su contenido como promotor de la independencia de Taiwán y acabó borrando la foto de la discordia.
Los canales y páginas oficiales, mientras promovían las etiquetas "Estados Unidos juega con fuego y se va a quemar por su provocación en Taiwán" y "1.400 millones de personas no están de acuerdo con las injerencias en la soberanía china", según el portal especializado "What's on Weibo" que interpreta en clave occidental los entresijos de la red más popular del país asiático.
“¿Cómo se nos coló Pelosi?”
Hubo quienes se indignaron con la "facilidad" con la que Pelosi logró poner los pies en Taiwán pese a las encendidas advertencias de China.
“Hasta el guarda de nuestra comunidad que gana 1.500 yuanes (220 dólares) al mes lo hace mejor. Si dice que no puedes entrar, no entras”, escribió un internauta, mientras otros apelaban a la reunificación inmediata de la isla.
Nancy Pelosi aterrizó en Taipéi la noche del martes en un viaje no anunciado oficialmente que ha indignado al Gobierno chino, que está respondiendo con un despliegue militar en el Estrecho de Taiwán y sanciones comerciales sobre la isla.
La política, segunda en la línea de sucesión a la Casa Blanca, visitó esta mañana el Parlamento taiwanés, se reunió después con la presidenta Tsai Ing-wen y se espera que esta tarde reanude su gira por Asia.
Washington es el principal suministrador de armas de la isla y sería su mayor aliado militar en caso de conflicto bélico con el gigante asiático, que no renuncia a reunificar Taiwán al considerarlo una provincia rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí en 1949, tras perder la guerra civil contra los comunistas.