CONDUCIR UN FÓRMULA 1
El "low-code" es una forma simplificada de desarrollo de software que requiere pocos conocimientos de programación y que puede llegar a permitir manejar un coche de fórmula 1 con un sencillo programa de ordenador, según mostraron la consultora tecnológica japonesa NTT Data y la Fundación Mobile World Capital Barcelona.
APRENDER BÁDMINTON A DISTANCIA
Pese a seguir lesionada y encontrarse en Madrid, la campeona olímpica española de bádminton Carolina Marín quiso ejercer este lunes de profesora en Barcelona (noreste español), donde se celebra el MWC.
La operadora española Telefónica habilitó la tecnología necesaria para que el holograma de la jugadora apareciera en el escenario en tres dimensiones.
Fue posible por medio de 12 cámaras Intel Realsense, que generaron 50 gigabits de información por segundo procesados en tiempo real por un software de alto rendimiento, todo ello con la ayuda del 5G.
UNA CERVEZA, POR FAVOR
La compañía Damm exhibe un robot que es capaz de agarrar un vaso, colocarlo con la inclinación justa debajo del tirador de cerveza para añadirle solo dos dedos de espuma, cerrar el grifo y depositar la bebida en la barra, lista para tomar.
Algo similar ha desarrollado Telefónica mediante su proyecto 5G Bartender: un robot con funciones de camarero, que combina la conectividad 5G y el Edge Computing.
MANEJAR UN SUBMARINO A 400 KILÓMETROS
Orange mostró cómo, gracias a la tecnología 5G, se puede controlar en remoto y en tiempo real un pequeño submarino a 400 kilómetros de distancia, en concreto, en el acuario de la ciudad española de Valencia (este), con simples movimientos de mano.
Es posible gracias a la superbanda ancha de este operador francés, que transmite los comandos de control de movimiento, mientras recibe las imágenes capturadas por las dos cámaras situadas en Valencia.
Y a la ultrabaja latencia que ofrece la tecnología 5G, que permite una respuesta inmediata a los gestos realizados a kilómetros de distancia.
INTELIGENCIA ARTIFICIAL ÉTICA
Citibeats es una empresa emergente barcelonesa que ofrece a sus clientes recolectar datos mediante inteligencia artificial, pero desde una perspectiva "ética", es decir, de manera anónima dentro de lo posible y buscando eliminar los "sesgos" que la tecnología presenta.
Por ejemplo, en un análisis de miles de tuits, se mantiene solo el contenido de los mensajes y se evita usar los datos personales que se dejan visibles en las redes sociales.