El auge del teletrabajo y el largo tiempo pasado en los hogares por las restricciones sanitarias en muchos países debido a la pandemia llevaron a muchos consumidores a optar por conexiones a internet más rápidas para poder descargar material de trabajo o entretenimiento audiovisual.
Las conexiones por cable clásico vieron un aumento más limitado, del 4 %, mientras que las de ADSL registraron una caída interanual, especialmente fuerte en Noruega (-40 %), Chile (-37 %) y España (-32 %).
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El despegue de la fibra óptica fue especialmente fuerte en los países de América Latina: un 74 % en Costa Rica en el período citado, un 71 % en Chile, un 43 % en Colombia y un 26 % en México.
En el conjunto de los países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), las conexiones rápidas fijas a internet totalizaban 462,5 millones en junio de 2021, frente a 443 millones un año antes.
Los países de la organización con más conexiones de banda ancha por cien habitantes en junio de 2021 eran Suiza (47,4), Francia (45,9) y Noruega (44,9).
España figura en vigesimosegundo lugar con 34,1 conexiones, ligeramente por encima de la media de la OCDE (33,8).
Las conexiones rápidas por móvil eran 1.670 millones en toda la OCDE, con una media de 122 por cada cien habitantes.