Brasil subastará el 4 de noviembre las concesiones para operar telefonía 5G

RÍO DE JANEIRO. La Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel, regulador) aprobó ayer viernes las reglas definitivas para la concesión de los derechos para operar la telefonía móvil 5G en Brasil y programó para el 4 de noviembre próximo la subasta en la que adjudicará las licencias.

El Gobierno brasileño espera atraer con las concesiones inversiones por cerca de 45.700 millones de reales (unos 8.622 millones de dólares), de los que 8.700 millones de reales (unos 1.641 millones de dólares) corresponden a lo que el Ministerio de Comunicaciones calcula que recibirá como mínimo por las licencias.
El Gobierno brasileño espera atraer con las concesiones inversiones por cerca de 45.700 millones de reales (unos 8.622 millones de dólares), de los que 8.700 millones de reales (unos 1.641 millones de dólares) corresponden a lo que el Ministerio de Comunicaciones calcula que recibirá como mínimo por las licencias.Marc Arcas

La subasta otorgará derechos sobre 4 diferentes bandas de radiofrecuencia (700 MHz, 2,3 GHz, 3,5 GHZ y 26 GHz), lo que, por tratarse de un país con dimensiones continentales y un mercado de 213 millones de habitantes, convierte el concurso en uno de los mayores del mundo en el sector.

El Gobierno brasileño espera atraer con las concesiones inversiones por cerca de 45.700 millones de reales (unos 8.622 millones de dólares), de los que 8.700 millones de reales (unos 1.641 millones de dólares) corresponden a lo que el Ministerio de Comunicaciones calcula que recibirá como mínimo por las licencias.

Algunas de las grandes operadoras mundiales que han manifestado interés en adjudicarse las licencias del 5G en Brasil son la española Telefónica, la mexicana América Móvil y la italiana TIM, que ya ofrecen en Brasil la telefonía móvil en 3G y 4G.

El edicto definitivo para la subasta fue aprobado hoy en una reunión extraordinaria de la Anatel con varias semanas de atraso, lo que no impide, según el Ministerio de Comunicaciones, que las nuevas operadoras comiencen a ofrecer telefonía móvil de quinta generación en las mayores ciudades brasileñas a partir de julio de 2022.

Ello debido a que, según el edicto, los vencedores de la licitación tendrán que iniciar la operación comercial del 5G en las principales capitales del país 300 días después de que firmen los contratos.

Después de las capitales, el servicio deberá extenderse a las ciudades con más de 500.000 habitantes y avanzar gradualmente, en un proceso que acabaría a comienzos de 2026, cuando se prevé que el servicio llegue a las localidades con menos de 30.000 habitantes.

La aprobación de las reglas, que el Gobierno pretendía anunciar en agosto, se atrasó inicialmente porque un magistrado del Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU) cuestionó algunas de las exigencias y luego porque un propio dirigente de la Anatel pidió más tiempo para examinarlas.

Tras la aprobación de las reglas, el presidente de la Anatel, Leonardo de Morais, afirmó que las inversiones previstas por el edicto contribuirán para la retomada de la economía de Brasil en los últimos años y fortalecerán la economía digital en el país.

Esta licitación ofrecerá un abanico completo de recursos espectrales para habilitar las más diversas soluciones de conexión, así como nuevos modelos de negocios para la internet de las cosas y, lo más importante, la inclusión digital para una sociedad digital”, afirmó.

Tales posibilidades obedecen a que, además de permitir una velocidad de descarga 20 veces mayor a la actualmente ofrecida por el 4G, la quinta generación ofrece una conexión más estable.

Entre otras reglas, la licitación prevé que las operadoras que se adjudiquen las licencias tendrán la obligación de montar una red paralela específica para las comunicaciones por 5G de los órganos gubernamentales, las Fuerzas Armadas y las empresas estratégicas, como la petrolera Petrobras.

Esta fue la solución encontrada para superar el veto que Gobiernos como el de Estados Unidos imponen a la participación de la empresa china Huawei en la operación del 5G en diferentes países, por considerar que esta empresa puede ser usada por el Gobierno chino para espiar a sus competidores, según admitió el ministro de Comunicaciones, Fabio Faría.

Las operadoras podrán contratar Huawei como proveedor de equipos para sus redes comerciales de 5G pero no para la que será utilizada para comunicaciones gubernamentales.

La licitación igualmente obliga a las operadoras a montar una red específica para atender la Amazonía, que incluye el tendido de cables en ríos, y que garanticen el servicio a lo largo de todas las carreteras federales del país y en todas las escuelas públicas.

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