“Es, de alguna forma, un archivo seguro donde puedes guardar tu cédula de identidad, tu permiso de conducir, tus diplomas” y muchos otros documentos útiles para los trámites en línea, explicó la vicepresidenta de la Comisión Europea Margrethe Vestager.
La Comisión quiere dar a todos los ciudadanos y empresas que lo deseen acceso a una identidad digital nacional reconocida en toda la UE para facilitar y asegurar el acceso a servicios privados, como banca o negocios en línea, o pasar por trámites.
“La identidad digital europea nos permitirá hacer en cualquier Estado miembro lo que hacemos en casa, sin costo adicional y con menos obstáculos”, dijo Vestager en una conferencia de prensa.
Esto podría tener impacto directo “ya sea alquilando un apartamento o abriendo una cuenta bancaria fuera de nuestro país de origen. Y hacerlo de manera segura y transparente”, añadió.
Los gobiernos y las empresas privadas ya ofrecen varias soluciones de identificación digital, pero hasta ahora solo 14 países de la UE han notificado a Bruselas acerca de un sistema nacional de identificación electrónica.
Además, apenas el 14% de los proveedores de servicios públicos esenciales en la UE permiten la autenticación transfronteriza, lamentó Vestager.
La Comisión Europea busca asegurar el acceso universal a estas soluciones. Esta “identidad digital” europea, en particular, tendrá que ser aceptada por las principales plataformas como un medio para identificar a los usuarios, si estos lo desean.
El paquete se puede asociar a varios documentos oficiales, según los necesidades de cada uno.
“Es una especie de caja fuerte digital, y en ella ponemos lo importante y vinculado a nuestra identidad”, explicó el comisario europeo para Mercado Interno, Thierry Breton.
“La ciberseguridad está en el corazón de este proyecto”, apuntó Breton, quien prometió un nivel de seguridad “mucho más alto que cualquier otra cosa en el mercado”.
Control de datos
Breton también destacó que la ambición era “devolver el control de sus datos” a la ciudadanía, creyendo que era “el momento de ofrecer una alternativa” a las grandes plataformas digitales, en alusión a los gigantes Apple, Google o Facebook.
“La identificación en plataformas se ha convertido en un paso necesario para acceder a determinados servicios, y las plataformas la aprovechan para recabar nuestros datos y monetizarlos, contra nuestra voluntad”, advirtió.
El “portafolios digital” europeo permitirá al usuario determinar qué elementos de su identidad, qué datos o certificados serán compartidos con terceros, con el fin de limitar el acceso a su información personal a lo estrictamente necesario.
Para establecer con éxito el nuevo sistema, que se basará en soluciones nacionales interoperables, la Comisión planea un cambio normativo que deberá ser aprobado por los 27 países miembros y por el Parlamento Europeo.
También pide a los estados miembros que “creen una caja de herramientas común para septiembre de 2022 y comiencen inmediatamente el trabajo preparatorio necesario”.
“Esta caja de herramientas debe incluir la arquitectura técnica, los estándares y las pautas basadas en las mejores prácticas”, explicó Breton.