“Huawei está en una difícil situación estos días. La agresión incesante de Estados Unidos nos ha puesto bajo una significativa presión”, afirmó el presidente rotatorio de la firma, Guo Ping, en la apertura de la conferencia anual ‘Huawei Connect’ en Shanghái.
Se trata de la primera declaración pública del presidente desde que la última medida de EE.UU. contra Huawei entrase en vigor la semana pasada. El departamento de Comercio de EE.UU. anunció el pasado 17 de agosto que a partir del 15 de septiembre los proveedores globales de Huawei que emplean tecnologías estadounidenses en su desarrollo o su producción deberán obtener primero una licencia de Washington para poder suministrar a la compañía china.
Huawei y sus proveedores han almacenado chips y tratado de concluir las entregas antes de que finalizase el plazo, al tiempo que intentan conseguir la aprobación de Washington. Guo aseguró hoy que la compañía está aún “valorando cuidadosamente los impactos” y recalcó que la “batalla para sobrevivir” es ahora su objetivo principal.
Los chips esenciales para producir móviles
Si todas las medidas adoptadas por EE.UU. contra Huawei han dañado considerablemente a la compañía de Shenzhen, incluso a nivel personal con la detención en Canadá de Meng Wanzhou -hija de su fundador, Ren Zhengfei, y directora financiera de la firma-, el veto a los fabricantes de chips y semiconductores ha sido un golpe especialmente doloroso.
“EE.UU. ha modificado sus sanciones por tercera vez y, en efecto, ha creado grandes desafíos para nuestra producción y nuestras operaciones”, reconoció Guo en una rueda de prensa retransmitida virtualmente durante la ‘Huawei Connect’.
El veto ha limitado considerablemente el acceso del gigante chino a los chips disponibles comercialmente a nivel global, necesarios para fabricar los cientos de millones de teléfonos móviles que vende en todo el mundo.
Guo explicó que, aunque la empresa dispone de suficientes procesadores para sus operaciones de negocio, incluyendo sus redes 5G, las restricciones creadas por la última medida de Washington han afectado a sus existencias para móviles.
El presidente confió en que proveedores, como la estadounidense Qualcomm, que han solicitado licencia a Washington para venderles puedan seguir haciéndolo.
“Estamos aún buscando vías ya que consumimos millones de chips al año. Los fabricantes están pidiendo permisos al Gobierno de EE.UU. cuyas acciones están dañando también a sus compañías”, recalcó.
Algunos fabricantes de chips estadounidenses como Intel o AMD anunciaron esta semana que han conseguido la licencia de EE.UU. para suministrar algunos productos a Huawei, aunque no especificaron cuáles.
Otros proveedores de chips no estadounidenses como Infineon -el mayor de Europa- han pedido licencias a Washington para poder operar con la empresa china, pero no han recibido todavía respuesta.
Los nuevos ordenadores portátiles de Huawei presentados en septiembre llevan tecnología de Intel, lo que parece indicar que la compañía china tiene todavía acceso a importantes componentes estadounidenses.
El presidente de Intel China, Ian Yang, dijo esta semana al medio tecnológico chino Yicai que su empresa sigue totalmente comprometida con el mercado chino y consideró que no es razonable para el gigante asiático y EE.UU. “desacoplar” sus economías.
“Las ventajas de China no se pueden replicar en un corto período de tiempo. Para estar en el mismo barco con China hay que seguir la corriente, desarrollar juntos”, afirmó Yang.
“Las restricciones de EE.UU. están dañando a todos globalmente"
Guo recalcó que, si los proveedores norteamericanos y otros “están dispuestos” a vender a Huawei, la compañía china desea seguir comprándoles, e instó a Estados Unidos a reconsiderar sus restricciones que “están dañando a todos globalmente” y “darle una segunda reflexión a sus leyes y regulaciones”.
“Creemos que la colaboración y la apertura es el mejor modelo para la industria de la telefonía móvil”, insistió.
Huawei anunció que desde la entrada en vigor la prohibición de EE.UU. el 15 de septiembre dejaba de fabricar su más avanzado procesador de la serie Kirin, que utilizan sus móviles.
La compañía china reconoció que no tiene capacidad para fabricar sus propios chips al romperse la cadena de suministro de semiconductores y afirmó que se trataba de “una gran pérdida” para la empresa.
TSMC, empresa taiwanesa que fabrica la gran mayoría de chips para Kirin, dijo que depende de tecnología estadounidense para poder confeccionarlos.
El temor de los consumidores a que las restricciones afectasen a los móviles de Huawei hizo que en las últimas semanas se disparasen los precios de sus terminales en el mercado chino, debido a la fuerte demanda, con aumentos cercanos a los 500 yuanes (63 euros) en algunos modelos.
Con todo, en el segundo trimestre de 2020, Huawei superó por primera vez a Samsung como el mayor fabricante de móviles mundiales, con 55,8 millones de teléfonos vendidos, según la firma de análisis del mercado tecnológico Canalys.
La pandemia y la significativa rápida recuperación de China han jugado un papel determinante en esa primera posición, que obedece a la caída de las ventas de sus competidores.
No hay cuantificación del impacto en las redes 5g
Respecto a las redes 5G, el director ejecutivo de Huawei, David Wang, dijo que confía en que los países empleen “estándares racionales” y aseguró que la empresa no ha cuantificado el impacto en este sector de las medidas de EE.UU., que presiona a varios países para que no empleen su tecnología.
“Lo más importante es la cobertura continúa de 5G, muchos países ya la tienen. En Latinoamérica, la mayoría de los portadores están todavía en la fase temprana”, dijo Wang, que declinó detallar qué países latinoamericanos están instalando sus redes.
“Esta tecnología necesita combinarse con otras como la nube o la Inteligencia Artificial para sacar su máximo valor. Los clientes de Huawei se beneficiarán más que los de otros proveedores, ya que somos líderes en 5G”, recalcó.
Los directivos de Huawei también anunciaron que están en contactos con otras compañías chinas de telefonía móvil para que usen el sistema operativo Harmony, su alternativa al Android de Google.
En cualquier caso, Washington no ha dado muestras hasta el momento de que vaya a suavizar la guerra contra Huawei tras haberla extendido recientemente a otras tecnológicas chinas como ByteDance, desarrolladora de la aplicación TikTok o Tencent, propietaria de la red social y de mensajería WeChat (el WhatsApp chino).
Las relaciones entre Estados Unidos y China atraviesan uno de los peores momentos en décadas en varios frentes y el presidente estadounidense, Donald Trump, no pierde ocasión de acusar a China de la responsabilidad de la pandemia de la COVID-19.