Los robots teleoperados se han usado en contextos industriales, aeroespaciales y submarinos y los investigadores han trabajado en sistemas que capten los movimientos de una personan para transferirlos a un robot humanoide en tiempo real.
Joao Ramos y Sangbae Kim, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, en inglés) explicaron que, a pesar de los avances, la construcción de robots que tengan las mismas destrezas de movimiento y toma de decisiones que los equipos de emergencia “ ha seguido siendo un reto ” . “ Empujar una puerta pesada, la descarga de un extintor de incendios y otras tareas simples pero arduas, requieren un nivel de coordinación que los robots todavía deben dominar ” , añadió Ramos.
La ampliación a todo el cuerpo de los trabajos anteriores de teleoperación sólo de la parte superior podría llevar a la producción más rápida de robots que exhiban la destreza y la adaptabilidad del movimiento humano, transfiriendo al humano la carga de percepción del entorno y la planificación de movimientos.
Tales robots, señaló el artículo, serían ideales para la respuesta en desastres capaces, por ejemplo, de entrar y hacer reparaciones en una planta nuclear donde haya un problema de funcionamiento. Los robots autónomos más avanzados no pueden equiparar el movimiento humano en escenarios reales y por ello algunos científicos han propuesto como medio más eficiente la teleoperación a fin de lograr movimientos más complejos de los humanoides.
Muchos de los sistemas existentes de teleoperación requieren procesos que demandan mucho tiempo para capturar la información humana y optimizarla para ajustarla a la estructura y las limitaciones físicas del robot. A menudo el operador humano no percibe información física alguna sobre lo que está haciendo el robot, y una retroalimentación más eficiente permitiría una transferencia de movimientos más precisa. Ramos y Kim usaron una estrategia de control que sincroniza dinámicamente los movimientos de paso, salto y caminata de un operador humano con los de un robot bípedo.
A fin de adecuar la escala del movimiento humano con la del robot, los investigadores usaron un modelo simplificado para la dinámica bípeda llamado péndulo lineal invertido (LIP, en inglés) . Con este modelo, el sistema de teleoperación generó fuerzas de retroalimentación al operador proporcionales a la velocidad relativa entre el humano y el robot. El artículo señaló que, por ejemplo, el sistema acelera el movimiento humano para ir parejo con un robot más rápido, o que genera una resistencia para equiparar el operador y un robot más lento".