Desde sus inicios, la empresa de Mountain View (California, EE.UU.) había hecho de los nombres de dulces como “Donut”, “Gingerbread” (pan de jengibre) o “KitKat” (una galleta cubierta de chocolate) una de las señas de identidad de Android, haciendo que cada actualización del sistema operativo tuviese un toque divertido y fácil de recordar. Sin embargo, Google explicó este jueves en una entrada en el blog oficial de la compañía que, aunque estrechamente vinculados a los productos de Android por los usuarios, estos nombres “no siempre eran entendidos por todo el mundo en la comunidad global”.
La empresa consideró que la tradición tenía un foco demasiado occidental, ya que, por ejemplo, las tartas (nombre de la última versión del software) “no son un postre en algunos lugares” y que los malvaviscos (la versión salida en 2015) “no son populares en muchas partes del mundo”. “Siendo un sistema operativo global, es importante que estos nombres sean claros y cercanos para todas las personas en el mundo”, remachó la empresa que dirige Sundar Pichai.
Así, Android 10 pone fin a una década de sistemas operativos con nombres de postres, que fueron, por este orden: “Cupcake”, “Donut”, “Eclair”, “Froyo” (acrónimo en inglés de yogur helado), “Gingerbread”, “Honeycomb” (panal de miel) , “Ice Cream Sandwich” (sándwich de helado), “Jelly Bean” (gragea de jalea), “KitKat”, “Lollipop” (piruleta) , “Marshmallow" (malvavisco), “Nougat” (turrón), “Oreo” y “Pie” (tarta).
Android 10 estará disponible a partir de este otoño y está diseñado para poder funcionar a pleno rendimiento con la red 5G y los dispositivos móviles plegables. El software presenta como una de las novedades más destacadas la herramienta “Live Caption”, que ofrece transcripciones en tiempo real de los contenidos que se estén reproduciendo en el propio dispositivo. De esta manera, un usuario que esté viendo un video guardado en el teléfono, que esté reproduciendo uno en YouTube o que esté escuchando un programa de radio, por ejemplo, podrá activar “Live Caption” y leer en la pantalla la transcripción de lo que se esté diciendo.
Esta funcionalidad, que es posible gracias a un sistema interno de aprendizaje automatizado en el teléfono (es decir, sin que los datos se envíen a la nube) está operativa tanto si el volumen del dispositivo está activado como si no y puede usarse incluso en modo avión. El texto de las transcripciones puede ubicarse en distintos lugares de la pantallas y el tamaño de la letra puede ampliarse o reducirse.