En ocho años, la Fiscalía no imputó a nadie en la causa 68/14 sobre lavado de dinero, en la cual amigos del vicepresidente Hugo Velázque eran investigados. Uno de los socios fue condenado a pagar una irrosoria multa por falsificación. Los demás crecieron en fortuna y sus empresas proveyeron de manera indirecta al Gobierno.
Walid Amine Sweid, investigado por la Fiscalía por supuestamente formar parte de un esquema de lavado de dinero, negó estar implicado en delitos de este tipo. Aseguró que su “pecado” es “ser árabe y musulmán”.
Cuando en noviembre de 2016, el entonces diputado cartista Hugo Velázquez visitó los estudios de radio ABC Cardinal no tuvo demasiados problemas para dar esta respuesta a la pregunta de si conocía a Walid Amine Sweid: “Sí, es amigo mío. Un árabe que vive en Ciudad del Este”.
Bajo la excusa de “compras”, investigados en el expediente 68/2014 por lavado de dinero giraron millones de dólares a una empresa en Hong Kong que, en realidad, era propiedad de al menos uno de sus socios. Las transferencias se realizaron entre 2010 y 2017, según reportes bancarios. Con 400 tomos en cuatro años, el caso no tiene ningún imputado pese a las evidencias. Además, las firmas siguen operando.
Walid Amine Sweid estuvo ayer en la redacción de nuestro diario junto a su abogado Óscar Latorre. Socio de Ricardo Galeano Fariña en Global Logistics Solutions, se desmarcó de las acusaciones de un supuesto financiamiento al grupo terrorista Hezbollah a través de envío de remesas al exterior.