La Cámara de Diputados ayer volvió a postergar por 15 días la definición sobre si cambian o no el día de sus sesiones ordinarias y persiste la superposición con el Senado. Sí aprobaron mantener la virtualidad en comisiones y piden “ascensores exclusivos”.
“Realmente (la virtualidad) es insostenible y es un peligro para la institución democrática, porque estamos hablando de decisiones de un poder del Estado, que está sentando precedentes delicados y realmente preocupantes”, dijo el diputado Sebastián García (PPQ), detractor desde un inicio de permitir que se sesiones de manera virtual.
La virtualidad durante la pandemia fue el momento más difícil para alumnos de pre-primaria y los que terminan el colegio este año. Los más pequeños no tuvieron la oportunidad de conocer personalmente a sus compañeritos del jardín y pre-escolar; mientras que los de los últimos años fortalecieron sus lazos de amistad gracias a la tecnología.
Christian Lozano, presidente de la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de Instituciones Educativas del Paraguay (Fedapar), celebró la decisión del Ministerio de Educación de dejar como opcional la modalidad de clases a distancia, pues dijo que ni los padres ni los docentes estaban de acuerdo con esta medida.
La virtualidad, con sus múltiples beneficios, llegó para quedarse. Combinada con las ventajas de la presencialidad y el relacionamiento cara a cara, tan importante para el trabajo en equipo y la construcción de la cultura empresarial, conforman un modelo innovador que crea sinergia y un mundo de ventajas.
Cuando se habla de los efectos de la pandemia del covid-19 en la educación, pocos se refieren a los más de 20 millones de alumnos afectados que se capacitaban en las más de 30 instituciones de formación profesional que recién daban sus primeros pasos en la virtualidad, según estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo.