El 8 de diciembre de 1934, la 8ª División de Infantería, compuesta por los Regimientos Mcal. López, Pitiantuta y Batallón 40, al mando del entonces Cnel. Eugenio Alejandrino Garay, retomó los únicos pozos de agua existentes en una de las regiones más desérticas e inhóspitas del Chaco Boreal, torciendo así el curso de la guerra a favor del Paraguay.
Caacupé ha sido siempre el polo de atracción espiritual de la República desde los tiempos de la colonia. A lo largo de los siglos, las crónicas y publicaciones periodísticas han reflejado el fervor popular al que nada detiene cuando se aproxima el 8 de diciembre.
El presbítero Miguel Fritz, sacerdote oblato de María, ofreció una conferencia de prensa luego de la misa de este domingo, en la ocasión culpó al Gobierno por la despreocupación por la situación de las comunidades indígenas y afirmó que los que se encuentran en el poder son ladrones, manejados por narcotraficantes y por la mafia.