«El trabajo de Caicedo es la obra de un romántico, un maldito. No quiere traspasar las fronteras de la juventud, siente que está alcanzando la madurez y se niega a ser parte de un país de viejos, pues sabe que esa dictadura senil excluye la vida y preserva un orden», escribe Ariel Stieben sobre el poeta colombiano Andrés Caicedo (1951 - 1977), aquel que decidió que «vivir más de veinticinco años era una insensatez». Desde Buenos Aires, en exclusiva para los lectores de El Suplemento Cultural.
ANKARA. No es ni el mítico Drácula ni el atractivo Edward de la saga “Crepúsculo”, pero un joven turco ha sido diagnosticado con un desorden de “vampirismo” del que ha sido tratado con éxito por parte de un equipo de psiquiatras.