Con el objetivo de garantizar la seguridad durante la ceremonia de Traspaso de Mando Presidencial, que se desarrollará mañana, martes en la capital, la Unidad de Operaciones Tácticas Motorizada (Grupo Lince) implementará un dispositivo de seguridad integral, informó hoy la Policía Nacional.
Amenazas de legisladores cartistas y pases de factura impuestas por el propio Horacio Cartes conspiran en contra de la intención de Santiago Peña de lograr la gobernabilidad en el Congreso, principalmente en la Cámara de Senadores, Cámara que en el periodo pasado se consolidó como principal bastión “anticartista”. Electos por Fuerza Republicana serán el árbitro en este periodo.
El entrante gobierno se enfrentará a una serie de desafíos, pero los mismos se concentran en cuatro áreas: la convergencia y reducción del déficit fiscal, el control de la inflación, así como la recuperación del poder adquisitivo, incentivar el crecimiento económico y la reforma del sistema de pensiones. Desde el aspecto socioeconómico es necesario recordar que la pobreza en Paraguay, sobre todo en las últimas dos décadas, ha venido en descenso.
Pasado mañana asume el Poder Ejecutivo en el gobierno del país. El presidente electo Santiago Peña tendrá la oportunidad única de poner en práctica no solamente sus propuestas condensadas en la frase “Vamos a estar mejor” con la que se presentó ante la ciudadanía en la reciente campaña electoral. También puede contar con el mejor de los asesores, el sentido común, en la expresión proveniente de la filosofía, la política y la economía de la escuela escocesa.
Estamos a las puertas del inicio de un nuevo periodo de gobierno, en el que asumirá un nuevo presidente de la República y gobernadores departamentales. Es un acontecimiento de significación en términos de formalidad democrática, y motivador, porque un cambio siempre trae aparejado esperanza y expectativas de mejorar la realidad que nos afecta.
Desde el próximo 15 de agosto, Paraguay pasará, aunque del mismo partido político, a manos de una nueva administración, por un plazo esperado de cinco años, tal como se establece para la Presidencia de la República en el país.