Llega el frío y el tiempo en casa es más preciado que nunca. Una sala confortable y cálida para compartir en familia es una buena inversión. Convierta sus espacios en lugares cómodos y atractivos.
La sala es el centro de la casa, el lugar donde cada día la familia se refugia al acabar la jornada. Por eso resulta fundamental que siempre mantenga su encanto acogedor, incluso en la estacional otoñal.
Lograr áreas llenas de luz fue la premisa en cada rincón de este departamento que transmite sentimientos positivos y en el que son protagonistas los muebles y materiales nobles como la piedra y las tejuelitas, que son la base del lugar. Su máximo atractivo es el confort y la funcionalidad con un cerramiento vidriado que deja ver los arbustos que asoman desde el balcón. Las tapicerías son de tonos neutros, resistentes a las mascotas que andan a sus anchas disfrutando del amor de sus dueños. El diseño moderno admite tachas y patas cromadas, en armonía con la madera y las texturas.
Novedosas lámparas se colocan en áreas donde se necesita un toque de distinción al crear una armonía con los demás objetos. Transparencias y colores dibujan superficies que parecen flotar en el aire. Una pantalla clara complementa y proyecta de modo restringido el resplandor.
La sala posee detalles de color y texturas para detenerse y apreciar, cuenta con una fórmula segura de éxito al preferir la madera como base y unos muebles de batalla de líneas rectas que se complementan con butacas. Los ventanales se repiten y agregan vida al sector cuyo eje es la chimenea.
Los sofás de esta residencia le confieren un concepto ecléctico. Antiguos objetos fusionados con los nuevos, muebles de estilo inglés y otros contemporáneos se hallan en estos espacios.