17 de noviembre de 2024
MADRID. El agujero negro del corazón de la Vía Láctea es un objeto extremadamente pequeño en el universo y capturar su imagen es como lograr la de una rosquilla en la superficie de la Luna. Para ello se necesita un telescopio del tamaño de la Tierra, que recoja millones de datos y los traduzca luego en miles de fotografías.