MENDOZA (ARGENTINA). La mujer que acusó a dos rugbiers franceses de haberla violado y golpeado la madrugada del domingo en Argentina fue hospitalizada tras sufrir una “descompensación” este jueves, en momentos en que los jugadores son trasladados de Buenos Aires a la provincia de Mendoza -el lugar de los hechos- para presentarse ante la fiscalía.
Los ocho rugbiers sentenciados por el asesinato de Fernando Báez Sosa pasaron su primera noche en la cárcel tras ser condenados por el crimen. Ninguno pidió asistencia psicológica y están en celdas de a dos. En principio, los moverán dentro del mismo penal de Melchor Romero. Fiscalía, querella y defensa, listos para apelar.
Cinco de los ocho rugbiers acusados de matar a Fernando Báez Sosa fueron condenados a prisión perpetua mientras que los restantes recibieron una pena menor, de 15 años. ¿Qué dice el fallo sobre la responsabilidades de cada rugbiers en la muerte del hijo de una familia de paraguayos?
El Tribunal Oral N° 1 de Dolores halló culpables a los ocho rugbiers acusados de matar a golpes a Fernando Báez Sosa, el hijo de paraguayos residentes en Argentina, quien murió a la salida de un boliche de Villa Gesell en 2020. Cinco de los agresores recibieron la condena perpetua y tres de ellos, 15 años de cárcel.
Para hoy a las 13:00 está marcado en Argentina el inicio de la audiencia en la que el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de la ciudad de Dolores dará a conocer su sentencia contra los ocho rugbiers acusados por el crimen del joven Fernando José Báez Sosa, quien era hijo de paraguayos y que fue muerto a golpes el 18 de enero de 2020 en Villa Gessel.
El abogado argentino Fernando Burlando, quien representa a la familia del joven asesinado Fernando Báez Sosa, dijo hoy a ABC, que para la querella la cadena perpetua es inegociable y que es lo que exige para los ocho rugbistas que cometieron en el salvaje crimen. Por su parte, los padres de la víctima, Silvino Báez y Graciela Sosa, afirmaron que ninguna condena les devolverá a su hijo, pero que una pena justa les ayudaría a encontrar una explicación o consuelo a todo lo que le pasó.