El colegio Roberto L. Pettit sufre debido a olores nauseabundos, ya que el pozo ciego de la institución se encuentra desbordado. Además, el techo de una de las aulas necesita reparación y el patio se inunda con cada lluvia. Ante la falta de respuestas por parte del Ministerio de Educación, padres organizan pancheadas y polladas para recaudar fondos.
Un octogenario fue salvado por un vecino de morir en un incendio esta madrugada en su precaria vivienda ubicada en 33 Proyectadas y San Pedro, en el barrio Roberto L. Pettit de nuestra capital.
La Comisaría 21º del barrio Roberto L. Petit registra últimamente más casos de robos domiciliarios a la madrugada y robos de tortoleros en la zona. Sobre los damnificados, dicen que trabajan más bien “para apagar incendios entre ellos”.