Las lluvias registradas en las últimas semanas no fueron suficiente para mejorar los niveles de los ríos en nuestro país. Además, nos encontramos en una transición entre los fenómenos de El Niño y de la Niña, que traerá sequía, según los expertos. Este sábado en varias zonas se llegó a cifras por debajo del mínimo histórico de la fecha.
Si bien la Comisión Trinacional del Pilcomayo aún espera los resultados del estudio del agua para definir el nivel de contaminación y si llegó hasta el cauce con nuestro país, los funcionarios de Tarija, Bolivia, señalan ahora que las sustancias contaminantes datan del año 2021 y no solamente del mes de julio pasado, cuando se produjo el incidente con la rotura del dique de cola en la alta cuenca que habría dejado sustancias contaminantes en el agua.
Los indígenas Weenhayek, Tapete y Guaraní del vecino país, Bolivia, emplazan por 48 horas a sus gobernantes para que escuchen sus demandas sobre la posible contaminación del Pilcomayo, tras el derrame de desechos mineros en el río, ocurrido a fines de julio pasado. En Paraguay, las autoridades esperan el resultado de muestras para declarar estado de alerta, aunque no creen que llegue a ser necesario.
En la zona de Potosí, Bolivia, a unos 60 kilómetros de donde nace el río Pilcomayo, el pasado 28 de julio se produjo un derrame de desechos mineros que se extendió por unos cinco kilómetros; sin embargo, no llegó hasta el río, por lo que las aguas del Pilcomayo siguen siendo aptas para beber, al igual que para el consumo de sus peces, aseguran.
A pesar de la intensa sequía que se vive desde hace varios meses en nuestro país, los ríos Paraguay y Paraná presentan una leve pero positiva variación en sus niveles, ya que ambos subieron entre 4 y hasta 39 cm.
Con el rabioso sol de enero, nada mejor que un refrescante chapuzón en el río o en los arroyos para la gente que se quedó a vacacionar en el país. ¡Pero ojo! Hay que tener precaución con dos especies que dominan las aguas: las temibles pirañas y las peligrosas rayas.