El fallecimiento del pensador cordobés Óscar del Barco (1928-2024), figura central del pensamiento de izquierda que en 2004 desató un trascendental debate acerca de la responsabilidad de los intelectuales en la violencia revolucionaria, y en 2014 rechazó el Premio Konex “por razones éticas”, es una ocasión inexcusable para recuperar su memoria.
La poeta Fina García Marruz, única mujer y última sobreviviente del ya mítico grupo literario cubano Orígenes, reunido en las décadas de 1940 y 1950 en torno a la revista del mismo nombre, ha fallecido el lunes en su ciudad natal, La Habana, a la edad de 99 años. Aquí, tres singulares opiniones de otros tantos escritores, compatriotas suyos, sobre su figura.
«Las revoluciones las hacen millones, y no unos pocos. Millones, y no unos cuantos héroes a los que haya que venerar como figuras de autoridad. Un verdadero izquierdista se rebela contra toda autoridad». Una breve opinión personal sobre el sentido del disputado término «izquierda».
Las rebeliones del 89 exigen reflexionar sobre el sentido del partido único de vanguardias esclarecidas, sobre cómo desenvolver una política democrática y racional de planificación económica, sobre la conveniencia de seguir sosteniendo liderazgos dogmáticos y vitalicios en las organizaciones populares. La aceleración de los tiempos planteados por la pandemia y la radicalización de la crisis cubana nos sitúan en un escenario aún más oportuno para enfrentarnos con el espejo brutal de nuestra historia.
«Irónicamente, tanto miembros de las élites en el poder en regímenes autoritarios como aliados y simpatizantes suyos se autoproclaman “revolucionarios” y “comunistas”», escribe la poeta anarquista Montserrat Álvarez.
«El régimen cubano no solo persigue a los “gusanos”, como aseguran los estalinistas, sino a todo disidente», denuncia el sociólogo e historiador marxista Ronald León Núñez en este necesario artículo.