Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara), refirió que hoy “Paraguay es una topadora”, mientras que su país, “un jubilado de la agricultura”. Indicó que llevan 15 años estancados también en la producción de soja.
La historia refleja que la mala gestión política y leyes con poca previsibilidad fueron los primeros pasos hacia el perjuicio ambiental. No obstante, la producción de soja está lejos de ser la causa principal, según la UGP.
Aunque en general la producción de soja en la presente zafra no está siendo mala, con entre 9 millones y 9,5 millones de toneladas esperadas, en particular la rentabilidad se ha reducido por efecto del clima adverso en muchas zonas y por el aumento de los costos de producción. La ganancia media estimada sería de cerca de US$ 180 por hectárea, según el cálculo.
El transporte de soja se está normalizando luego de la huelga de camioneros. El desalijo de los granos se está haciendo con todo y las rutas están llenas de camiones, manifestó ayer el presidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), Héctor Cristaldo. “Se está normalizando el transporte de soja. Las rutas están llenas de camiones”, dijo.
SALTO DEL GUAIRÁ (Rosendo Duarte, corresponsal). Decenas de máquinas cosechadoras están siendo preparadas para arrancar la cosecha masiva de la soja en la zona alta del departamento de Canindeyú. Son más de 500.000 hectáreas del producto que entran en su fase final de secado, y cuyo rinde promedio superaría los 3.800 kilos por hectárea, según los productores.
Las altas temperaturas de los últimos días y la falta de más lluvias en la zona de Canindeyú empiezan a perjudicar los cultivos de la soja, que se encuentra en plena etapa de floración. Según los productores la situación no es crítica aún, pero de no registrarse precipitaciones importantes en las próximas semanas, podría haber graves pérdidas. Esperan que las condiciones mejoren para traer alivio en el campo.