CIUDAD DEL ESTE. Agentes del Comando Tripartito de la Policía Nacional allanaron una vivienda y recuperaron una camioneta robada en Foz de Iguazú. El dueño de la casa es un suboficial de la Policía Nacional, quien quedó detenido.
El oficial inspector de la Policía Nacional Carmelo Carmelo Alcides Benítez Reyes y su camarada ahora encarcelado Roberto Isaac Chaparro Martínez pretendían formar una empresa criminal con la que buscaban perpetrar al menos dos asaltos grandes cada mes para retirarse del rubro en dos años, según se desprende de los datos recuperados del celular del primero, quien fue abatido en su último golpe en Mbuyapey. Los agentes llegaron a reclutar a varios otros efectivos que ahora también van cayendo presos de a uno.
Un policía y un mecánico fueron capturados ayer en conexión con la serie de asaltos perpetrados por la banda de otro policía que había sido eliminado a tiros por una ama de casa en su último golpe en Mbuyapey.
El comandante de la Policía Nacional, comisario Gilberto Fleitas, se refirió a hechos acontecidos sobre “polibandis” que actuaban impunes aparentemente gracias a una rosca que los hacían figurar como “presentes” en los cursos de ascenso. “Nosotros le formamos para ser profesional. El policía vinculado a la delincuencia va a caer porque su mente no está preparado para ser delincuente”, afirmó.
El oficial inspector Cármelo Alcides Benítez Reyes (36), muerto a tiros cuando supuestamente perpetraba un golpe en Mbuyapey, tuvo dos ausencias injustificadas y cinco justificadas en su curso para ascenso. Los investigadores cotejan estas fechas para ver si coinciden con algún asalto que se haya denunciado en la zona de Paraguarí.
Un Tribunal de Sentencia de la Sexta Circunscripción Judicial condenó a 18 años de prisión al expolicía Cristhian Ariel Cazal Barúa (42), quien en el 2009 cometió una seguidilla de asaltos y violó a una de sus víctimas. El juicio oral concluyó este lunes en el Poder Judicial de Ciudad del Este.