En esta ocasión, nuestro corresponsal viajero, Gian P. Codarlupo, visita a una verdadera leyenda –inexplicablemente, mucho menos conocida, dentro y fuera de su país, de lo que merece– de la literatura peruana. Es un placer para El Suplemento Cultural presentar a sus lectores a Leoncio Bueno, «el poeta obrero».
La historia del arte está llena de misterios; entre ellos, destacan las premoniciones inexplicables. Hemos hablado ya de los casos de Federico Fellini, de Apollinaire, de Giorgio De Chirico… Hoy hablaremos de García Lorca.
“La figura y poesía de Montserrat Álvarez me interesan sobremanera”, expresa el artista Armando Andrade Tudela en el catálogo de su exposición, que se exhibe actualmente en Carreras Mugica, la mayor galería de arte del País Vasco, España.
Esta es la historia de un 6 de enero en el que muchos niños pobres que se habían ido a la cama tristes y sin esperanzas encontraron regalos de los reyes magos al despertar.
Alejandra Pizarnik nació en 1936 en Avellaneda, provincia de Buenos Aires, hija de inmigrantes de Rivne (en la actual Ucrania), estudió en la Escuela Normal Mixta de Avellaneda e inició y abandonó carreras de Periodismo, Letras y Filosofía en la UBA y de pintura en el taller de Batlle Planas. Sobre su poesía, inscrita en la corriente surrealista-existencialista de la posvanguardia de la segunda mitad del siglo XX, escribe Sergio Di Bucchianico.
En 1973, el joven escritor colombiano Andrés Caicedo viajó a Estados Unidos para llevarle sus guiones de cine a Roger Corman. ¿Qué habría sucedido si lo hubiera encontrado?