3 de noviembre de 2024
El 30 de septiembre fue el Día del Traductor, ese personaje a un tiempo fundamental y olvidado que hace posibles tantas de nuestras lecturas. Orgulloso de llegar a destiempo a todas las efemérides, ofrezco hoy, con un mes y pico de retraso, mi pequeño homenaje a los buenos discípulos de Jerónimo de Estridón –en cuya memoria se señala esta fecha–, que vertió al latín la Biblia y nos dio la Vulgata: tres traducciones al español de pasajes latinos de Séneca, Plinio y Cicerón sobre este antiguo arte.