Muchos no están de acuerdo con la remoción de las placas que recuerdan el paso de Alfredo Stroessner por el Gobierno Nacional y nuestras vidas. Yo tampoco... porque con el mismo criterio debiéramos borrar de la nomenclatura urbana o de los libros escolares, toda mención a hechos o personas que –a juicio de las presentes generaciones– no dejaran nada que encomiar. De hecho, ya lo hicimos... con el mayor Eduardo Vera, por ejemplo. Presente este oficial en todos los combates de la campaña de Humaitá, condecorado por el Mcal. López con la Orden Nacional del Mérito; protagonista esencial en las batallas del Pikisyry hasta caer prisionero en la Cordillera... más de cuatro años en la línea de fuego frente a la Alianza. Pero en la posguerra, fue el conductor militar en el asalto a la Policía del 18 de Octubre de 1891 en el intento de derrocar al gobierno colorado. Entonces, a Vera “lo desaparecieron” de la nomenclatura oficial.