Visitamos a personalidades del mundo del arte para conocer sus pesebres. De lo más tradicional a lo más moderno, las figuras de barro emergen en esta época del año en señal de espíritu navideño.
Un gran pesebre napolitano montado por Pedro Juan Caló Claverol siguiendo una tradición familiar de antaño que -según guarda en su memoria- empezó en torno a la Plaza Italia en el año 1922.
Visitar los pesebres y cantar los villancicos eran tradiciones que se vivían con mucha fe y alegría e iba acompañada de la degustación de un rico clericó que las familias tenían preparado para invitar a los visitantes. El canciller del Obispado de la Diócesis de San Lorenzo, Pbro. Marcos Fretes, abogó por la recuperación de estas costumbres y del sentido de la Navidad, que ante todo debe ser motivo de agradecimiento, fe y reflexión.
Los habitantes del barrio Loma de Caacupé realizan desde hace 23 años un llamativo pesebre artesanal denominado paseo “Piro’y renda” sobre la calle Roa Bastos. El sitio atrae visitantes que llegan desde diferentes puntos del país para conocer y admirar la muestra.
CARAPEGUÁ. El pesebre paraguayo es único y la celebración de la Navidad tiene su peculiar tradición que diferencia a nuestro país del resto del mundo porque representan una alianza familiar. El pesebre forma parte de nuestra identidad cultural y la Navidad es sagrada en Paraguay porque es un compartir en familia, un reencuentro con uno mismo, explicó la historiadora Margarita Miró Ibars.
PARAGUARÍ. Un emotivo momento vivieron anoche los presentes con el pesebre viviente representado por la comunidad de la capilla San Francisco de este municipio. También hubo el encendido de luces del árbol de la esperanza, estallido de juegos pirotécnicos y la presencia del Papá Noel. El evento se desarrolló en la plaza Mariscal Francisco Solano López, donde la multitud aplaudió el espíritu navideño que ya se vive en este municipio.