Vecinos del barrio Ita Pytã Punta de la Capital se reunieron este martes con autoridades de diversas instituciones. Los pobladores sentaron postura en que no se mudarán del lugar y exigieron explicaciones del dinero de bonos destinado a la reparación del mirador.
PARAGUARÍ. De 17 escuelas y colegios reportados en peligro de derrumbe, solo en Yaguarón fueron reparadas dos aulas y una galería. Es decir, en 16 instituciones los estudiantes iniciarán el año lectivo 2024 en medio de necesidades. Según datos oficiales, mañana 50.233 alumnos comenzarán las clases en 590 instituciones del sector público.
La escuela Villarrica del Espíritu Santo, de la capital guaireña, continúa con un pabellón con cuatro aulas clausuradas por peligro de derrumbe y los directivos se oponen el inicio del año lectivo previsto para febrero próximo debido al riesgo que representa para los niños. La institución está con este inconveniente hace más de dos años y hasta la fecha no hay solución por parte de las autoridades departamentales y locales.
PARAGUARÍ. Directores de escuelas y colegios del departamento de Paraguarí reportaron, a través del plan de microplanificación para el 2024, que 17 instituciones educativas se encuentran en peligro de derrumbe; un bloque de una escuela clausurado y otras 65 aulas precisan diversas reparaciones. El informe sobre la situación en que se encuentran los locales educativos fue remitido al Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), informó la directora de Educación Departamental, Gladys Garay.
Después de dos años de dar clases bajo precarias carpas, en la cocina y en los pasillos, finalmente los alumnos de la escuela Curuzú Francisco del barrio San Blas de la ciudad de Villarrica podrán desarrollar sus actividades escolares dignamente en las nuevas aulas que fueron habilitadas por la Municipalidad. Las obras de refacción del pabellón con cinco aulas tuvieron un costo de G. 325 millones del Fonacide.
Los espacios más castigados por la falta de mantenimiento de fondo y solución en la escuela nacional Juan Ramón Dahlquist ahora tienen carteles para señalar vigas agrietadas, revoques caídos, tejuelas desplazadas y hasta plantas que crecen en los hoyos de goteras.