El lanzamiento precipitado por parte del oficialismo de la candidatura a presidente del actual vicepresidente Pedro Alliana para el periodo 2028-2033, puede interpretarse de diversas maneras. Tal vez solo sea un intento de desviar la atención ante el tendal de noticias negativas contra la actual administración, que exponen diariamente ante la opinión pública la avidez de varios referentes del Gobierno por beneficiarse en forma particular del dinero público.
En el mitin político encabezado por la cúpula del Partido Colorado en Ciudad del Este, se reforzó la postulación del vicepresidente Pedro Alliana como precandidato a la presidencia de la república. Tanto el director de Itaipú, Justo Zacarías (ANR), como el presidente de la república, Santiago Peña (ANR), se refirieron a la posible candidatura de Alliana.
En respuesta a un pedido de informes de la Cámara de Diputados, la Secretaría Nacional de Bienes Comisados e Incautados (Senabico) informó que ocho gobernaciones (todas coloradas) y ocho intendencias tienen en condición de “uso provisional” principalmente camionetas y camiones valiosos que pertenecían a narcos.
La funcionaria de Diputados, Anadelia Acosta Armoa, una de las que “ya está mejor” con el cartismo, es investigada por la fiscala Norma Salinas por presunta apropiación de G. 725 millones de indemnización que debían recibir dos humildes familias de Caaguazú. Ayer se dispuso su cese de comisionamiento y un sumario, mientras sigue en el cargo.
La acalorada discusión pública que tuvieron días pasados el senador Enrique Salyn Buzarquis (PLRA) y el intendente capitalino, Óscar “Nenecho” Rodríguez (ANR-cartista), en la que se revelaron mutuas miserias, puede verse como una pintura de nuestra realidad política.
Varios diputados oficialistas no tuvieron mejor idea que usar el único día que oficialmente están obligados a “trabajar”, asistiendo a la sesión ordinaria, para lambisquear y dedicarse a labores partidarias con el vicepresidente Pedro Alliana y el presidente del Partido Colorado, Horacio Cartes, mientras médicos en el Hospital Nacional de Itauguá denunciaban la situación deplorable a la que se somete a los pacientes del nosocomio.