Por medio de sus redes sociales, el presidente Santiago Peña anunció la promulgación de la ley contra las ONG, conocida como la “Ley Garrote”, que busca perseguir y amedrentar a aquellas organizaciones de la sociedad civil que trabajan en temas contrarios a la agenda estatal o cuyos directores son considerados “enemigos del Gobierno”. En nada importó al presidente Peña las sendas recomendaciones de expertos en materia constitucional que ya avizoraban las graves violaciones de esta ley a derechos y libertades fundamentales; tampoco importaron las cartas remitidas por las Relatorías de organismos internacionales sobre los peligros que implica esta ley para la vigencia de derechos como la libertad de asociación, la privacidad, la libertad de expresión, la libertad de reunión pacífica, entre otros. Se observa en ella un cúmulo perfecto de violaciones constitucionales, y viniendo de Santiago Peña no era de esperar una postura valiente en contra de las mismas; no obstante, no deja de causar decepción.
La Asociación Civil Cenáculo del Paraguay, presidida por Paola Serrati de Leite –esposa del senador cartista e integrante de la CBI Gustavo Leite– figura como inactiva en la página de consultas de sujeto obligado y auditor externo de la Seprelad. Según el Art. 2 de la Ley 3783/2009, que modifica la Ley 1015/97 “Que previene y reprime los actos ilícitos destinados a la legitimación de dinero o bienes”, tiene que estar inscripta y activa –en caso de funcionamiento– como OSFL para evitar ser canal de hechos de lavado de activos o financiamiento del terrorismo. Esta ONG recibió millonarios aportes de Itaipú y Tabesa, esta última sancionada por EE.UU.
El senador colorado cartista Gustavo Leite confirmó que Tabacalera del Este S.A. (Tabesa), la firma sancionada por Estados Unidos, fue una de las empresas que más donaron a la Asociación Civil Comunidad Cenáculo del Paraguay, de la cual él fue tesorero hasta el año pasado y que sigue presidida por su esposa. Aseguró que muchos “amigos” hicieron donaciones y que va a rendir cuentas apenas tenga todos los informes. El parlamentario es defensor de la conocida “Ley anti-ONG” y miembro de la “Comisión Garrote”.
El senador cartista Gustavo Leite fue “nepo-oenegero”, ya que se desempeñó como tesorero de una ONG de su esposa, la Asociación Civil Comunidad Cenáculo del Paraguay, hasta el año pasado. Confirmó que sigue colaborando activamente, pero que es un trabajo “absolutamente diferente” al que enfrentan desde la Comisión “Garrote”, cuando piden rendición de cuentas de algunas organizaciones que recibieron millonarios fondos. Recientemente, se filtró un audio en el cual él mismo cuestiona a los “oenegeros”.
El senador cartista Gustavo Leite reveló en un audio que ejecuta desde la comisión “garrote” un plan inconstitucional para atropellar las ONG. Además, lanza una amenaza real a derechos fundamentales consagrados en la Constitución Nacional. El cartismo le protege, pese a que sugieren su pérdida de investidura.
Los diputados Johanna Ortega (PPS) y Raúl Benítez (PEN) coincidieron en que las modificaciones realizadas a la ley anti-ONG mantienen la arbitrariedad y persecución a las entidades que se pretenden controlar aún más desde el cartismo. “La institucionalidad está hecha pelota”, afirmó el legislador.