Cuando escribo esta columna, el número de muertes por las trombas en diversas comunidades de España va en aumento. Si la primera noche del infernal suceso se hablaba de menos de cien víctimas mortales, en cuestión de horas superó el centenar y las autoridades dan por hecho que la cifra aumentará a medida que se recuperan cadáveres.
Bochin Teatro Clown cumple 40 años de matrimonio con el arte; quizás con el mejor de todos, el que llena de música y risa el corazón de las personas de todas las edades. En tiempos cada vez más difíciles, Bochin apuesta por dibujar una sonrisa en los espectadores. Hay quienes para denigrar a un semejante le llama “payaso” sin caer en la cuenta de que le está elogiando. ¿Quién nos llena de alegría?
La semana pasada, del 6 al 9, se realizó en nuestro país el VIII Festival Internacional de Clarinetes con la presencia de algunos de los más destacados músicos. La contribución paraguaya a este arte se llamó Rubio Gómez, el primer concertista de clarinete en el Paraguay. Para llegar a él y a su tiempo tengo que dar unas vueltas y mencionar un nombre: Mario Prono.
Hay besos que pueden dar al traste con una carrera. El principio del fin de Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), se remató en la final del mundial femenino entre España e Inglaterra que se celebró en Sídney.
El pecado del humor es que siempre es crítico, siempre es la sal en la llaga, siempre detecta nuestro punto flaco.
La adulación es un elogio excesivo y recurrente, se proyecta de abajo hacia arriba, corta el paso a la crítica necesaria y aísla al destinatario de su propia realidad. Quien adula busca hacer carrera rápida, ganar dinero de cualquier forma y ocupar puestos importantes para los cuales no tiene la debida preparación. Así surge la secta Chupamedista de la Adoración de los Últimos Días, que tiene a los lamehoracio como verdaderos expertos en la succión de calcetines. El chupamedismo no puede existir si no hay demanda, y la función esencial de un militante chupamedista es adular a la persona adorada por las cualidades que no posee.