FILADELFIA. Pobladores y familias nativas de la ribera del río Pilcomayo se ven obligados a recurrir a rituales y danzas ancestrales en un pedido desesperado por las lluvias y el regreso del río en medio de la implacable sequía que azota a la zona. Los mismos sobreviven generalmente gracias a las actividades económicas que desarrollan en torno al río, como la pesca y la cosecha de miel, que por el momento son imposibles de conseguir y los coloca al borde de la subsistencia.
Con la tarea de combinar ingredientes, amasar y hornear, un grupo de indígenas del pueblo nivaclé recibió certificados en el rubro de panadería y confitería. Esta iniciativa del Sinafocal tiene el objetivo de insertar laboralmente a los nativos.
YALVE SANGA, Chaco (Marvin Duerksen, corresponsal). Mujeres indígenas de la etnia nivaclé, organizadas en diferentes aldeas de Yalve Sanga, distrito de Loma Plata, recibieron máquinas de coser, cocinas, hornos y telas para realizar trabajos.
YALVE SANGA. Unos 50 indígenas de las etnias Enhlet y Nivaclé de esta localidad del distrito de Loma Plata participaron ayer de un curso en apicultura y recibieron una primera partida de implementos para la producción de miel.
Finalmente llegó la asistencia a la comunidad Nivaclé que quedó aislada tras el temporal del domingo pasado, hace casi una semana. Unas 95 familias fueron afectadas directamente.
COMUNIDAD PARAISO. Los 300 nativos nivaclé (81 familias) asentados en esta comunidad, ubicada a 80 kilómetros al oeste de Filadelfia, distrito de Mariscal Estigarribia, Boquerón, recibieron esta mañana su título de propiedad de 4.723 hectáreas.