El cartel de prohibido estacionar parece ser invisible, al menos para los conductores de estas tres camionetas.
Estos dos vehículos esperaban que salgan los vehículos para poder estacionar en el lugar. Se quedaban con luz de stop casi en medio de la avenida principal.
Todos los días se estacionan sobre Juan Arce Rojas entre José Asunción Flores y Teodoro S. Mongelós, pese a la prohibición.
La Policía ubicada en el Palacio de Justicia deja a la gente estacionar donde quiere y los coches que llegan ni chapas tienen. Estos son los malos ejemplos de la Policía.
La Policía Municipal de Tránsito, con bombos y platillos, anunció que ya no se podría estacionar en Mariscal López, frente al colegio Teresiano. Sin embargo, en sus narices lo hacen, y los agentes de la PMT no proceden. De los dos lados estacionan.
La anarquía municipal se instaló en esta ciudad: cualquiera hace lo que le antoja en la calle y en las veredas, que son siempre ocupadas por cualquier vehículo.