24 de noviembre de 2024
El lado más siniestro y perjudicial de la Ley 5777/2016 es su interpretación y aplicación arbitraria, en contra de los derechos humanos (tratados internacionales), de los preceptos constitucionales, y en contra del principio garantista del sistema penal paraguayo. Por lo que, en lugar de convertirse en una ley reparadora y de equidad se transmuta en el arma –de empoderamiento– político de una ideología sectaria y reaccionaria.