«La educación, como el arte, ha sido siempre un factor de movilidad social, pero la necesidad de la educación superior es imperiosa porque los concursos de acceso a diferentes cargos tienen en cuenta la titulación y no la idoneidad», escribe Tania Ramos.
Un “Paseo de la Lectura” será instalado este jueves 21 de setiembre en la Plaza Uruguaya. Numerosas firmas editoriales y asociaciones de escritores expondrán materiales de lectura en rincones desde Educación Inicial hasta Educación Indígena y Educación Inclusiva. En este evento se presentará el programa del MEC denominado “Ñe’ẽry” (palabras que fluyen) para democratizar el acceso a la lectura.
Entre tantos asuntos preocupantes en nuestro país, emerge una esperanza: la inminente promulgación de la Ley de Fomento de la Lectura y el Libro. Esta ley puede iniciar una revolución educativa y cultural que contribuya a sacar a nuestro país del atraso en que vive por falta de conocimientos y de cultura general en buena parte de la población.
Estuve leyendo estos días las quejas surgidas a causa del nivel cultural de algunos miembros del Congreso y me parece evidente que ellos no pueden leer bien en castellano, ni expresarse correctamente.
Desde el MEC se distribuirán libros de cuentos en castellano y guaraní que los alumnos podrán llevar a sus casas para leer y luego trabajar su contenido en las clases. La propuesta, para promover la lectura, es de la futura viceministra de Educación Básica, María Gloria Pereira. Elegirán obras ricas en valores humanos y que ayuden a desarrollar la imaginación, detalló. Espera “que se ponga de moda leer”.
En medio de señales preocupantes de imposición de un poder casi absoluto del partido gobernante, sin contrapeso notorio, el presidente electo, Santiago Peña, buriló su gabinete con ciertos nombramientos alentadores. Entre ellos, el del ministro de Educación, que expuso sus prioridades: comprensión lectora y matemáticas.