No contentos con el “autoaumento” salarial, los viajes en primera clase y otros privilegios, los senadores, durante el estudio del proyecto de ley del Presupuesto General de la Nación 2025, volvieron a incluir un subsidio estatal de G. 2.500 millones con la intención de mantener a salvo la “jubilación vip” que gozan los diputados y senadores.
El presidente de la República, Santiago Peña, promulgó la autoasignación por parte del Congreso de un subsidio con dinero de la ciudadanía para la jubilación vip de los parlamentarios, con lo cual firmó el acta de defunción de la tan mentada reforma previsional, que es –o era– uno de los máximos desafíos de este Gobierno para neutralizar los gravísimos riesgos financieros que corre el país en el mediano plazo, tal como lo han advertido expresamente organismos internacionales y calificadoras que le habían dado a esta administración un condicionado voto de confianza. Santiago Peña ha perdido toda autoridad moral para pedirles los necesarios sacrificios a los propios funcionarios públicos y a la población en general para estabilizar las diversas cajas jubilatorias y para universalizar las contribuciones a la seguridad social.
El presidente Santiago Peña promulgó la Ley por el cual aprueba una reprogramación presupuestaria para el Congreso Nacional de G. 3.500 millones. Esta iniciativa generó la evidente molestia de sectores ciudadanos, principalmente el de gremios docentes, que presentaron una Iniciativa Popular, para promover una ley que elimine la jubilación vip legislativa.
Adrian “Billy” Vaesken, diputado del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), opinó que con la promulgación de la jubilación vip de los parlamentarios por parte del Poder Ejecutivo, a cargo de Santiago Peña, es el propio Gobierno el que promueve la desigualdad en la sociedad, así como también acusó al mandatario de administrar el país en provecho propio.
Los portavoces del nuevo odio a la democracia –nos dice Rancière– «habitan todos en países que declaran ser democracias en sentido estricto. Ninguno de ellos reclama una democracia más real. Nos dicen, por el contrario, que esta ya lo es en demasía. Pero ninguno se compadece de las instituciones que pretenden encarnar el poder del pueblo ni propone medida alguna para restringir este poder».
SANTA ROSA. La dirigente social Marta Pavón manifestó que la jubilación vip de los parlamentarios es una bofetada al pueblo, mientras pacientes realizan polladas para poder costear sus tratamientos médicos.