Es deplorable tener que subrayar, una y otra vez, que los bienes públicos no deben estar a disposición particular de las autoridades de turno o de las agrupaciones que ellas integran. Empero, resulta necesario incurrir en dicha obviedad, porque quienes ejercen algún poder en el Estado, en una Gobernación o en una Municipalidad siguen creyendo que es natural usar el patrimonio de todos en beneficio propio o de una organización política. Una buena muestra de esta práctica bastarda acaba de ofrecerla el intendente de Colonia Independencia, José Resquín (ANR, abdista), al organizar un mitin en el salón auditorio de la Municipalidad, donde resaltaba el eslogan “En Independencia somos Fuerza Republicana”.