El MEC presentó hoy, como su representante titular ante la Aneaes, a José Duarte Penayo, hijo mayor del expresidente de la República y extitular de la Entidad Binacional Yacyretá, Nicanor Duarte Frutos. Sería el próximo candidato a presidir la Agencia, que debe renovar a sus autoridades para el 2025.
Tras la refrescante liberación de esa mirada estrecha del sentido común que da por sentado que las cosas existen fuera de la mente por mero hábito, la filosofía parece haber quedado, sin querer, encerrada en un escepticismo exquisito pero claustrofóbico, incapaz de alcanzar ninguna realidad extramental u objetiva. Frente a esto, se buscan salidas y grietas a veces tan brillantes como extrañas. El animal, el psicótico –figuras del encierro en la correlación– o el «acontecimiento» –irrupción de lo absolutamente imprevisible que rompe la cadena causal– están entre las bellas e inquietantes sombras que, invocadas por algunas de las grandes voces del «nuevo realismo», recorrieron la semana pasada corredores y anfiteatros durante el coloquio internacional de filosofía COSAS EN SÍ. Desde París, en exclusiva para El Suplemento Cultural.
El cuerpo: lugar de caída posible en lo continuo para Bataille; ni objeto ni sujeto (ni cosa ni conciencia frente a un mundo de cosas) para la fenomenología de Merleau-Ponty; objeto de control para la biopolítica, constante en los trabajos que retoman el legado foucaultiano… El cuerpo como polémico tema del pensar filosófico actual es lo que trae a debate en este artículo el filósofo y sociólogo José Duarte Penayo; en exclusiva desde París para los lectores del Suplemento Cultural.
Novelista decisivo, germanista erudito, fino ensayista, notable historiador de la fotografía –contribuyó a reinterpretar la tradición fotográfica europea–, Michel Tournier falleció este martes 18 de enero. La alteridad abordada a través de una imagen del infierno inversa a la de Sartre –uno de los filósofos de los que reconocía haber bebido– en su primera novela, Vendredi ou les Limbes du Pacifique (París, Gallimard, 1967, 204 pp.), es un punto de encuentro entre Michel Tournier y Gilles Deleuze, cuya amistad desde el bachillerato fue paralela a su mutua lectura e intercambio de toda la vida. Superando dualismos anacrónicos en un enlace entre novela y filosofía que revela la dignidad intelectual de la ficción y el poder creador de la razón filosófica como actividad nutrida de fantasía y subraya lo filosófico de la literatura y lo literario de la filosofía, José Duarte revive aquí el fecundo diálogo entre Tournier y Deleuze. Un saludo de despedida y gratitud al gran contrabandista filosófico, desde París, en exclusiva para los lectores del Suplemento Cultural.
Pintar las aventuras filosóficas del nómada cuya empresa intelectual fue la desmitificación, del filósofo imprescindible que partió a la caza del Snark, de uno de los nombres decisivos de la contemporaneidad, es lo que hace este artículo, a veinte años de aquel 4 de noviembre en que el pensador del deseo y la vida, Gilles Deleuze (1925-1995), se asomó a la ventana y se arrojó al vacío desde su departamento en un cuarto piso de París. En exclusiva, desde esa misma ciudad, para los lectores del Suplemento Cultural.
Nacido en 1967, egresado de la École Normale Superieure, profesor por mucho tiempo en ella y desde hace unos años maître de conférences de la Université de París 1 - Panthéon Sorbonne, Quentin Meillassoux es una de las figuras mayores de la escena filosófica contemporánea. Lleva publicados tres libros: Después de la finitud (Après la finitude, 2006), prologado por Alain Badiou, que considera que Meillassoux abre una nueva vía en la historia del pensamiento, Le nombre et la sirène (El número y la sirena, 2011) y Métaphysique et fiction des mondes hors-science (Metafísica y ficción, 2013).