La sede del Congreso Nacional quedó bajo agua desde ayer porque la capacidad de desagote de los desagües fluviales no fueron suficientes, lo cual produjo un desprendimiento, según el informe del área de Mantenimiento. Señala que no se trató de un problema estructural o de filtración. Esta mañana el edificio permanece a oscuras.
Las salas de urgencias que quedaron inundadas tras el último temporal están siendo refaccionadas. Aun así, las autoridades de Emergencias Médicas garantizan la atención a sus pacientes.
La sede del Congreso, construida con una donación de US$ 20 millones del Gobierno de Taiwán, por un consorcio de empresas encabezado por la del Ing. Isacio Vallejos, volvió a mostrar sus fallas estructurales, constantes desde su apresurada inauguración en junio del 2003.