AFD y Fogapy cerraron el 2024 con créditos aprobados y garantizados por US$ 404 millones, según los datos de informe de gestión que se presentó esta mañana. Directivos de la banca de segundo piso destacaron el impacto de estos empréstitos en distintos sectores de la economía.
En su primer informe anual el presidente Santiago Peña habló de la implementación del plan (Sumar) para combatir el uso de las drogas, la rehabilitación y combate al tráfico, pero hasta ahora no hay un lugar donde tratar a los adictos, quienes son los principales responsables de la inseguridad en las calles del país. También el jefe de Estado habló de los 5.000 policías que van a egresar en diciembre, en apenas ocho meses de formación y sin haber pasado por la pruebas de idoneidad profesional y moral.
Docentes y estudiantes bajaron el pulgar al informe de gestión que presentó ayer el presidente Santiago Peña, a casi un año de iniciado su mandato. La Federación de Educación del Paraguay (FEP) cuestionó la falta de inversión en libros y pedirán al MEC un informe sobre el programa Ñe’ẽry. También critican el pésimo estado de infraestructura en que están las escuelas. Alumnos critican que hasta ahora no entregaron todos los kits escolares, pese a que el presidente aseguró que en su período la entrega fue inédita.
Para el senador liberal Enrique Salyn Buzarquis, el presidente Santiago Peña debe aclarar primero a qué se refería con esa pérdida de ingresos de US$ 1000 millones en Itaipú que mencionó en el contexto de su informe de gestión al Congreso y la Nación.
El economista y exministro de Hacienda, Dionisio Borda, criticó el informe presentado por el presidente de la República, Santiago Peña. Sostuvo que la corrupción, el prebendarismo, el nepotismo, el clientelismo siguen vigentes y que se atribuyó logros del anterior gobierno, como el crecimiento económico y ligera retracción de la pobreza.
El primer informe de gestión de Santiago Peña al Congreso llamó la atención por cuestiones no relacionadas a lo leído y pareció más que nada un discurso de campaña electoral con muchas promesas y ataques a los adversarios que, curiosamente, no eran de la oposición –que de hecho no gobernó el periodo pasado–, sino una administración de su mismo signo político.