La Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro) dio a conocer que las plantas aceiteras están anticipando la suspensión de sus actividades este año, pese a la gran producción de soja de la campaña agrícola 2023/2024, que superó las 10,5 millones de toneladas. El sector enfrenta a una crisis debido al deterioro de sus condiciones de competitividad.
La nueva tarifa de electricidad implementada desde principios de marzo de este año por parte de la ANDE tendrá un impacto económico importante en los presupuestos de las industrias aceiteras este año, en cifras que se estiman en unos US$ 3 millones para un total de nueve fábricas, según Juan Tizado, el nuevo presidente de Cappro, principal gremio del sector.
La molienda de soja en las industrias aceiteras durante el mes de enero de este año disminuyó en volumen en una proporción del 45% en comparación con el mismo periodo del año pasado, según estadísticas de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro). El gremio informó que el mes pasado fueron procesadas unas 96.599 toneladas de soja contra 175.834 toneladas del mismo mes del 2016.
Un llamado de auxilio para salvar inversiones de más de US$ 12 millones en industrias aceiteras del coco o mbocayá lanzó el especialista del sector, Ing. Carlos Loup. El problema es la falta de materia prima, por lo que se plantea como solución la voluntad y decisión del Gobierno para impulsar el cultivo del rubro en pequeñas fincas.
Los márgenes negativos que hoy tienen las industrias aceiteras harán retroceder los planes de procesamiento de soja que se tenían para este año y están obligando a las firmas optar por la exportación de granos en estado natural, dijo ayer el titular de Cappro, Enrique Ohaco, durante una convocatoria de prensa en su local. Detalló que de la industrialización del 45% de la soja cosechada en el país, lograda en año pasado, se caería posiblemente hasta cerca del 38% en este periodo.
Días atrás, en reunión con el presidente de la República, Horacio Cartes, industriales aglutinados en la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro) pidieron que el fisco les devuelva el 100% del IVA que ellos retienen de los productores.