“Yo no sé qué carnaval puede llegar a ser” si el Congreso levanta el veto del Ejecutivo contra la modificación del “procedimiento abreviado”, ya que beneficiará “a todos los hechos punibles”, es decir, casos de corrupción, abuso de menores y asesinatos, alertó la diputada Rocío Vallejo (PPQ).
La corrupción es un problema que aqueja a toda institución pública, pero en algunas es mucho más visible que en otras. El sistema penitenciario es un claro ejemplo, que en cada requisa se visibiliza un cierto nivel de corrupción con la incautación de armas, drogas, teléfonos celulares y equipos tecnológicos, todos de ingreso prohibido.
En el Día Internacional contra la Corrupción que se recordó el último viernes, y tras una estadía de casi un año en el país, el embajador estadounidense Marc Ostfield creyó oportuno referirse, en un artículo firmado, en especial, a lo que un pueblo como el nuestro sacrifica cuando sigue ese camino, y sostuvo que, “Camuflada bajo distintos rostros y ropajes, la corrupción ataca las bases de la democracia y socava el Estado de Derecho”. Entre otros conceptos, dijo también que “la corrupción es un gran peso que frena a Paraguay”, razón por la que se debe “luchar sistemática y enérgicamente contra las prácticas corruptas”. Nuestro diario siempre ha sostenido que esa lacra es la madre prolífica de la pobreza.
Después de casi un año en Paraguay como Embajador, quiero compartir algunas palabras de reflexión y esperanza. Hoy se conmemora el Día Internacional contra la Corrupción y es un buen momento para abordar este flagelo que, a distintas escalas, está presente en todas partes del mundo. Aquí en Paraguay y también en los Estados Unidos. Camuflada bajo distintos rostros y ropajes, la corrupción ataca las bases de la democracia y socava el Estado de derecho.
Nuestra historia democrática reciente nos revela que los sucesivos gobiernos que hemos padecido se dedicaron mal que mal a gobernar y, algunos (o muchos) de sus integrantes se ocuparon de saquear las arcas públicas.
SALTO DEL GUAIRÁ. El agente fiscal Meiji Udagawa, fiscal delegado de Canindeyú, informó que las investigaciones sobre la muerte de un conocido comerciante de la colonia Canindeyú, a unos 8 kilómetros de Salto del Guairá, no puede avanzar porque la policía no logra desbloquear el teléfono celular de la víctima que contendría importantes informaciones sobre el posible móvil del crimen. Vecinos desconfían de la historia oficial y anuncian manifestaciones.