23 de diciembre de 2024
Año 2005, los agentes fiscales Juan Carlos Duarte y Adolfo Marín denunciaron a un cambista brasileño de origen árabe y a más de cien empresas que operaban con él, se trataba de Kassem Hijazi y para ese momento se estimaba que era el mayor caso de evasión tributaria de la historia en ese país. El libanés fue acusado de evadir al menos más de 32 millones de dólares a través de varios negocios que manejaba en Ciudad del Este. En aquella época la legislación no establecía al lavado de dinero como evasión fiscal, entonces los fiscales lo acusaron por “asociación criminal” para poder imputarlo.