22 de diciembre de 2024
Lo conocí en los primeros meses de aquel año 1968 y ya sobresalía su espíritu dicharachero y el especial carácter que mostraba al inclinarse hacia lo jovial, lo optimista, lo alegre y lo comunicativo. Siempre supo descollar dentro del grupo humano que nos reunió en la entonces Facultad de Agronomía y Veterinaria de la UNA que funcionaba en un predio hermoso en las cercanías de la ciudad de San Lorenzo y donde se respiraba un aire en la casi soledad ya que hoy existe una ciudad dentro del predio universitario y la tranquilidad de aquella época hoy ya es solo historia.