Hay países en nuestra región donde la democracia y la libertad es utopía. Rosa María Payá, militante opositora de la dictadura castrista, cuyo padre fue asesinado hace 10 años, vino a Asunción esta semana para hacer escuchar su voz ante la asamblea general de la OEA sobre el silencio cómplice de muchos gobiernos ante la existencia de más de 1.600 presos políticos en Cuba, Venezuela y Nicaragua, 1.100 de ellos en su país. En esta entrevista, la disidente que dirige el movimiento “Cuba Decide” recuerda que ignorar a los dictadores solo incrementa su poder e impunidad y aumenta el padecimiento de sus pueblos.
Aunque los creyentes en la propaganda soviética siguen repitiendo y actualizando hasta hoy el mismo relato que hace medio siglo acusó a las masas checoslovacas –como antes a las berlinesas y a las húngaras– de promover la restauración del capitalismo, un análisis riguroso de los hechos lo desmiente, como veremos en esta tercera entrega de “Revoluciones en el Este europeo”, serie concebida y realizada por el historiador marxista Ronald León Núñez.
Hoy es el aniversario de nacimiento del autor de la mayor novela cubana del siglo XX y, en palabras de Guillermo Cabrera Infante, «el más grande poeta que ha dado Cuba».
Sobre las relaciones ocultas entre literatura y poder, y a propósito de cierta apología del piropo publicada hace unos días por uno de los miembros del jurado del «más prestigioso premio de las letras castellanas».
«El régimen cubano no solo persigue a los “gusanos”, como aseguran los estalinistas, sino a todo disidente», denuncia el sociólogo e historiador marxista Ronald León Núñez en este necesario artículo.
Pilar Salas Madrid, 8 ago (EFE).- Aun con las manos manchadas de sangre, un dictador sacia el apetito sin remordimientos. El fervor por los helados de Fidel Castro, la sopa de pescado de Tikrit favorita de Sadam Huseín o la dieta de 1.200 calorías de Enver Hoxha por su diabetes salen a la luz en “Cómo alimentar a un dictador”.