27 de diciembre de 2024
Todos conocemos las hermosas y antiguas leyendas del Holandés Errante –barco fantasma que nunca pudo regresar a puerto y surca por siempre los océanos porque su capitán hizo un pacto con el diablo–, a la que Wagner le dedicó una ópera, y Rammstein, una canción, y del Judío Errante –que negó agua al sediento Jesús y fue condenado a «errar hasta su retorno» (la Parusía, presumo)–, pero tal vez no todos los lectores hayan escuchado hablar del actual y curioso caso del Escritor Errante.