El fiscal Edgar Benítez convocó para este jueves a los colombianos Manuel Antonio Beltrán Cano, Abelardo Mejía González y Jeimy Lorena Barrera León a una audiencia indagatoria. Los extranjeros fueron detenidos ayer en el aeropuerto Guaraní de Minga Guazú con una valija que contenía 900.000 dólares, sin poder justificar el origen del dinero.
PRESIDENTE FRANCO. Una octogenaria denunció que desconocidos sustrajeron de su ropero la suma de G. 30 millones que es producto de una reciente operación de venta de terreno a uno de sus hijos. El hurto ocurrió en una vivienda ubicada en el barrio San Rafael de esta ciudad. Se sospecha que el autor sería del entorno familiar.
DINERO – Según Epicteto, la riqueza no consiste en tener muchas posesiones, sino en tener pocas necesidades. Claro, él no vivía en la época de las ofertas, los black friday, el día de la madre, del padre, del hijo y del arquero.
Horacio es tan pobre que solo tiene plata. Su montaña de dinero le ha permitido comprar no solo empresas, sociedades, fábricas, industrias, socios nacionales e internacionales sino también existe la fundada sospecha de que le habría permitido comprar –o al menos alquilar- poderes del estado, instituciones, decisiones, dictámenes, informes, cargos, investiduras, conciencias, hurras. Pero es tan pobre Horacio que el dinero no le ha servido para comprar lo que más le ha faltado en todos estos últimos años desde que probó el sabor del poder: INTELIGENCIA, AUTORIDAD y SABIDURÍA.
Un funcionario de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac) encontró en el Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi dinero en efectivo y otras pertenencias de un hombre. Horas más tarde, logró localizarlo para devolverle sus pertenencias.
Siempre queremos que el nuevo año nos traiga cambios y lo resumimos en los ideales de salud, dinero y amor, que permanecen firmes en nuestros pensamientos, si no por convicción, por tradición cultural. “La felicidad es una elección de vida; hay que mantener la ilusión, pero vivir el presente”, dice la psicóloga María Luisa Barboza Meyer