5 de noviembre de 2024
La jueza de sentencia Dina Marchuk dio a entender que un solo manoseo no puede ser considerado hostigamiento, por lo que no se configura el acoso sexual. Fue uno de los principales argumentos para la absolución del sacerdote Silvestre Olmedo, quien reconoció haber tocado los pechos de una catequista de Limpio. Ante la pregunta directa si manosear a alguien por única vez no constituía entonces acoso, la magistrada expresó su molestia por la consulta y cortó la entrevista radial.