14 de noviembre de 2024
MADRID. El vocabulario, el timbre de voz, las estructuras sintácticas que usamos al hablar o escribir e, incluso, los silencios nos delatan, mucho más si un forense lingüista nos sigue los pasos y hay algo que ocultar, como sostiene la detective española de la lengua Sheila Queralt al advertir: “por la boca muere el malo”.